Durante la temporada de invierno, los riesgos para los conductores de motocicleta aumentan considerablemente debido a factores como la reducción de la visibilidad, la disminución en la adherencia de las llantas, la acumulación de agua en las carreteras y las bajas temperaturas son factores que pueden afectar la capacidad de reacción del piloto, incrementando las probabilidades de sufrir un accidente.
La motocicleta es el vehículo con mayor incidencia en hechos de tránsito. Según datos del Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito (Onset) en lo que va del año, se registran 1,502 accidentes que han dejado 975 personas lesionadas y 300 fallecidas.
Por eso es importante que los motoristas tomen precauciones y adopten medidas preventivas, revisar las condiciones del clima y la carretera antes de iniciar el viaje.
Otras recomendaciones son reducir la velocidad y mantener una distancia segura, utilizar ropa adecuada para el invierno, incluyendo prendas térmicas e impermeables, guantes y casco cerrado. Además, asegurarse de que la motocicleta esté en óptimas condiciones, verificando neumáticos, frenos, luces y niveles de fluidos.
Finalmente, encender las luces tanto de día como de noche, para mejorar la visibilidad, frenar y girar con suavidad, evitando maniobras bruscas en superficies mojadas o inestables y conducir con paciencia y prudencia. Si las condiciones climáticas son extremas, es preferible retrasar el viaje o detenerse en lugar seguro.
El Departamento de Tránsito de la PNC reitera su compromiso con la seguridad vial e invita a todos los motoristas a conducir con responsabilidad, protegiendo su vida y la de los demás durante esta época de lluvia.