Cómo reducir los riesgos de accidentes al conducir en temporada de lluvia.

La temporada de lluvias incrementa significativamente los riesgos para los conductores, ya que surgen condiciones en las carreteras que pueden derivar en accidentes. Sin embargo, muchos de estos peligros pueden evitarse.

Uno de los principales riesgos en época de lluvia es el efecto spray, que ocurre cuando las llantas de un vehículo lanzan agua hacia atrás al desplazarse sobre el asfalto mojado. Esta agua se convierte en pequeñas partículas que se adhieren a los parabrisas de los vehículos que circulan detrás, reduciendo considerablemente la visibilidad del conductor.

Otro fenómeno importante a considerar es el efecto aquaplaning, que consiste en la pérdida de tracción del vehículo al circular sobre superficies con acumulación de agua. Este efecto se produce cuando las llantas no logran desalojar a tiempo el agua del pavimento, lo que genera una delgada capa que separa las ruedas del suelo y hace que el vehículo pierda adherencia, como si estuviera patinando sobre hielo.

Para minimizar estos riesgos, es fundamental mantener el vehículo en óptimas condiciones. Tres elementos fundamentales deben ser revisados constantemente: el sistema de limpia parabrisas, asegurándose de que las gomas no estén desgastadas; el estado de las llantas, que deben tener un buen dibujo para favorecer el agarre y contrarrestar el aquaplaning y el sistema de iluminación, ya que los faros deben funcionar a su máxima capacidad para mejorar la visibilidad del camino y permitir que otros conductores detecten el vehículo bajo lluvia intensa.

El Departamento de Tránsito de la PNC recomienda no pasar por alto estas medidas durante la época invernal. Tomar precauciones y realizar un mantenimiento adecuado del vehículo puede marcar una gran diferencia en la prevención de hechos de tránsito, evitando lesionados y pérdidas humanas en las rutas del país.